fbpx

Blog

achuras-a-la-parrilla-una-deliciosa-tradicion-argentina

Chinchulines, chorizos, mollejas y morcillas son nombres que despiertan los sentidos de cualquier argentino y que, quizás, resulten interesantes para los paladares foráneos. Estas delicias cuyo vocablo es de origen araucano, "achuraj" significa "lo que no sirve y se tira", representan una parte esencial de la parrilla argentina.

Sin embargo, el consumo de achuras no siempre formó parte de la tradición gastronómica argentina. En el siglo XIX, durante el proceso de deshuese de las reses, eran descartadas por los exportadores de carnes y la aristocracia. Sin embargo, con el tiempo, estas vísceras pasaron a ocupar un lugar insustituible en las parrilladas de calidad.

Las achuras se han convertido en una entrada distintiva en la experiencia culinaria argentina. Entre las opciones más comunes que se ofrecen en las parrillas se encuentran los chorizos, las morcillas, los chinchulines, las mollejas y los riñones. Estas partes del animal, tras ser cocidas a la parrilla con maestría, se convierten en un auténtico manjar para los paladares locales.

No obstante, para aquellos que vienen de otras tierras, el concepto de saborear las achuras puede resultar un verdadero desafío. La riqueza y singularidad de esta tradición culinaria a menudo contrasta con los hábitos alimenticios de diferentes culturas.

La parrilla argentina, con su irresistible oferta de achuras asadas, representa una parte fundamental de la identidad gastronómica del país. Aunque las preferencias pueden variar entre los lugareños y los visitantes extranjeros, no cabe duda de que las achuras han tejido su propio espacio en el corazón de la cultura argentina. En cada bocado, se encuentran siglos de historia, tradición y, por supuesto, un inconfundible sabor que invita a todos a experimentar una pizca de la auténtica Argentina.

Argentina es uno de los países que cuenta con una de las tradiciones ganaderas más importantes de América y una calidad en carnes que es de reconocimiento internacional.